lunes, 3 de diciembre de 2007

El domingo ha sido generoso conmigo, excelente cosecha: besos y felicidad desde Londres --lo que más me alegra y me llega--, y sol y levedad en el cielo en L.A. Un esqueleto de nubes a primera hora, formaciones cambiantes de media mañana y claridad a las cuatro de la tarde con el viento barriendo las colinas. Moderación en el Amoeba Music del Sunset Boulevard: un par de discos de Don Edwards, Iron&Wine, Marianne Faithfull, y ataque en la planta de arriba al western de John Ford y el documental "Manufactured Landscapes", de ese genio de la fotografía llamado Edward Burtynsky. Después, inmersion en McCarthy/Coen Brothers. "No country for old men", y el rostro cansado de Tommy Lee Jones, que sigue, como siempre, inmenso. Bardem da literalmente miedo, pero lo clava, hay que reconocerle al chico el mérito. El paisaje de la frontera es simplemente el paisaje. Texas, la rudeza de esas tierras semi-áridas, el horizonte inabarcable, la parquedad de gestos y las soledades, la sinrazón, el río Grande. Los moteles. Resulta un curioso cruce entre la vuelta al mejor espíritu de "Fargo" y la tierra polvorienta y reseca de "The three burials of Melquiades Estrada", sus lugares en medio de la nada, esos personajes olvidados del mundo, apartados. En este caso no hay venganza, ni redención, sólo camino, abandono. Locura. Bloodlust, America's soulless.
Para terminar de celebrarlo más Ben&Jerry's, tres libros de Barry Lopez, sus sueños árticos y sus notas de campo, y más Cormac McCarthy. Mientras, pienso en la épica, en el movimiento, y cruzo los dedos para que amanezca un Londres lleno de buenas razones. I'll be around, calling coyotes.