viernes, 9 de enero de 2009

Yo no sé por qué la gente no sale a correr los días que nieva, con lo divertido que es. Estábamos básicamente Rúper y yo esta mañana en El Retiro y una viejecita paseando el perro. Eso sí, Rúper iba en pantalones cortos, a lo suyo. A la vuelta, en la esquina de Ibiza marcaba -2. Y hace sólo unos días estaba corriendo sobre el lago a -23 en St. Moritz. Ay, qué desdicha. Y pensar que A. llamó ayer a media noche para intentar convencerme de que subiéramos a hacer snowboard hoy, ¡pero si es que en la Bola no se puede ni coger impulso,ah-pordioshombre!. Como en estos casos siempre llama J. para ejercer de jefe, comentar la jugada 1 (tick-tack-tick-tack) y la jugada 2 (tesis) y asegurarse de que el lunes estoy a las nueve como un clavo para ir a preparar la excursión del congreso, esperaré hasta las 14hs, ni un minuto más, luego me piro a ver si este finde abre y, crampones, piolet y el resuello que me queda mediante, hacemos la Cuerda Larga. Fingers crossed. El resto de planes, queridos habitantes de la ciudad, tendrán que esperar. Hughs&kisses to you all.

miércoles, 7 de enero de 2009

En fin, es que bajé a comprar tabaco y ya se sabe...... Al consabido 72-hour sleep syndrome de la vuelta de cada viaje, se le sumó una absurda gripe de esas paralizantes que he arrastrado por aviones, pasillos y camas de aquí y allá (un día más tomando calditos y zumitos y me pego un tiro). La fiebre se llevó algun que otro mal sueño y borró completamente mi adicción al café. Anonadada estoy. También he cambiado sin querer el chocolate por los kiwis, Onetti por Murakami, ya ves tú. Está por ver con qué resultados. Compartí padecimientos con la pobre Pequeña (que ya no es Pequeña, sino más bien Chiquituca), mientras fuera nevaba, y todos bajaban hacia el lago, mi gozo en un pozo y etcétera. Así que a la hora de la verdad: sólo algunas calles de Madrid, ciertos abrazos, algunas palabras, las de amistad, probablemente; algunos besos, sólo algunos, no olvido cuáles; las razones de D., todas; el eco de ciertas risas, estos últimos días de nieve en Flims, la presencia de M., los virus de nostalgia de mi padre, el número más marcado del móvil, el té con C. en el Café de las Estrellas después del cine, a pesar de todo, y volver mientras podamos volver.

viernes, 2 de enero de 2009

New Year's resolution: "El sentimentalismo no se corrige volviéndose cínico, sino volviéndose serio." Cesare Pavese.