Se sale a comprar el periódico y tomar un rápido café y se acaba subiendo calle arriba y volviendo con una bolsa verde y amarilla (maldita L) con un total de diez libros. La cosa no tiene solución, a saber si no es mejor darse a uno mismo por perdido y regodearse en la bancarrota. Vamos por el número 1358, petit patrimoine.
La mañana es clara, pero distraerse con los pasos en las calles no parece ser la solución. Las noches siempre son largas cuando hay muertos, y el dolor es de quien es, no de los demás, aunque nos llegue, por eso quizás mejor es honrarlo con silencio. Y trabajar.
Sábado pues.